Los voluntarios son individuos, parejas o familias que ayudan a enseñar una lección bíblica divertida, cantan canciones, reparten comida y animan a los niños que participan. Esta oportunidad devuelve a nuestra comunidad e impacta vidas directamente.
Compromiso de tiempo: al menos una vez al mes, aunque siempre podemos utilizar la ayuda con más frecuencia.